Condado de Brevard, Florida. — ¿Qué haces cuando te rompe el corazón una compañera de trabajo? ¿Le mandas flores? ¿Un mensaje bonito? ¿Te desahogas con tu terapeuta? Bueno, claro que no. Si eres Alexander Lefort, de 30 años, la solución lógica es dispararte tú mismo en el trabajo para que te dé atención. ¡Está bien todo en casa!
Todo comenzó a las 5:45 a.m. en un almacén de FedEx. Porque nada bueno pasa a esa hora, especialmente si trabajas en logística bajo luces fluorescentes.
Ahí encontraron a Lefort tirado en un sofá. Con una bala en el abdomen. Casual. Supuestamente, un tipo con capucha y pasamontañas le había disparado. Porque por supuesto, eso es lo primero que uno piensa cuando se encuentra una víctima: “Seguro fue un ninja urbano armado”.
Rápidamente, lo mandaron al hospital y comenzó la cacería del supuesto agresor. Spoiler: no existía.
La policía encontró una casquillo cerca de su coche (clásico), y oh, sorpresa: un arma cargada en la puerta del conductor. Porque claro, el misterioso agresor tuvo la cortesía de devolver el arma después de disparar. Muy educado.
Pero esto se pone mejor: Lefort aparcó su coche donde no lo captaban las cámaras. Muy conveniente para alguien víctima de un crimen… tan conveniente como los villanos invisibles.
¿El motivo del ataque? Supuestamente un asalto por su billetera. Pero cuando la policía le pidió más detalles, Lefort empezó a sudar verdades a medias. Lo que viene después parece sacado de un reality promedio.
Resulta que Lefort ya estaba en modo telenovela: acosando a una compañera, dejándole notitas en el coche, mensajes tóxicos, y uno que otro “sé que estás con otro”. Nivel: “Te espío en WhatsApp sin que lo sepas”.
La frase estrella: “Sé que estás durmiendo con él nuevamente. Es basura. Has sido advertida”. Le faltó firmar como villano de Disney.
Un mes después del gran show, lo arrestan por acecho. Fin de la temporada 1. Pero, plot twist: un forense dice que la bala salió de SU arma. O sea, él mismo se disparó. En serio. Por “amor”. ¿Amor? Esto es chantaje emocional con pólvora.
Según la policía, quiso provocar lástima en su compañera, quien —pobre alma— ya lo había bloqueado por intenso. Y uno que pensaba que los ex pasivo-agresivos eran lo peor…
Ahora Lefort enfrenta cargos por mentiroso profesional, manipulador de evidencia y héroe falso en horario laboral. Pero no se preocupen: salió libre ese mismo día por la módica fianza de $4,000. Ah, la justicia en Florida… donde puedes dispararte a ti mismo y aún llegar a cenar a casa.
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